John Carter: Escena Cañón de huída
¡Dejah Thoris y John Carter intentan escapar a través del cañón! ¿Lo conseguirán?
En cines el 9 de marzo de 2012.
Young Adult
Sobre el papel, este es sin duda este es uno de los títulos más prometedores de la temporada. Por una parte su director Jason Reitman lleva firmadas tres películas y toda ellas son pequeñas joyas del entretenimiento de calidad, con lo que una nueva película suya es siempre esperada con cierta impaciencia. Por otro lado "Young Adult" supone su reencuentro con la guionista Diablo Cody, quien ya firmó el guión de "Juno" y quien ha visto como su carrera en largometrajes no ha sido tan apreciada como la de Reitman, tras ver su siguiente guión plasmado en la más que mediocre película de 2009 "Jennifer's Body".
El guión que presenta Diablo Cody no se aleja excesivamente del mundo de los adolescentes, el cual parece ser su principal interés aunque aquí hace un paso adelante. En esta ocasión se centra en un personaje adulto que sigue presentando la misma madurez que poseía en su adolescencia y quien infeliz con su vida, intenta recomponerla con los sueños idealizados de su juventud. La idea tiene un potencial enorme y en parte, Diablo Cody logra desarrollarla con ingenio. Pero sólo en parte.
Jason Reitman vuelve a tratar el guión que tiene entre manos como lo ha hecho en ocasiones anteriores, centrándose en el personaje principal, realizando un estudio introspectivo del mismo y dejando a los personajes secundarios como recursos que entran y salen de escena sin darles nunca un mayor protagonismo, todo ello rodado con su estilo que equilibra comedia y drama de una forma más que notable. Y en "Young Adult" a lo que nos deja asistir Reitman es al claro y perfecto desarrollo de un colapso psicológico que, en el fondo, no tiene gracia ninguna.
Es difícil en "Young Adult" sentir empatía con el personaje central, como hace uno de los personajes secundarios la mayor proximidad afectiva que uno siente es el desearle que vaya a ver a un psiquiatra. Ttal y como está planteada la historia, todo el potencial de deconstrucción de sueños, ilusiones y falta de aptitudes para la vida adulta se acaban reduciendo a una atracción fatal por su novio de instituto. Había espacio para más.
Ello no impide a Charlize Theron sustentar el filme con una gran habilidad. El personaje se encuentra desarrollado lo suficiente en el plano emocional y permite a una actriz que demuestra estar en un gran momento dotarle de suficiente profundidad para hacerlo humano. Patrick Wilson cumple perfectamente como su antiguo novio y buena persona y Patton Oswald aporta una apreciable chispa como un inesperado amigo de la protagonista.
El trabajo de Charlize Theron le valió una nominación para los Globos de Oro de 2011 aunque la carrera de premios importantes de la película, al contrario de lo que su cedió con el anterior título de Jason Reitman "Up in the air", se detiene aquí. "Young Adult" presenta una refrescante acidez, un drama con mucho humor negro pero en esta ocasión carece de la chispa a la que Reitman nos había acostumbrado, algo difícil de conseguir y que él parecía proporcionar de forma natural.
MONEYBALL: ROMPIENDO LAS REGLAS
El realizador Bennett Miller se centra en la figura de Billy Beane en todos los aspectos y ello se muestra como el gran acierto y atractivo del filme. Ello es principalmente porque cuenta con una actor en plena forma en estos momentos como es Brad Pitt, quien a pesar de no tener un material tan potente como el de "El árbol de la vida", logra crear a una persona humana, completa y empática. Junto a él se encuentra un contrapunto de vena cómica como es Jonah Hill, comedido pero casi unidimensional. Quien sale peor parado a nivel interpretativo es Philip Seymour Hoffman, casi sin minutos ni espacio para hacer algo que no sea parecer un figurante.
Son las tribulaciones personales y profesionales del protagonista, su aislacionismo intencionado y forma de ser lo que le da personalidad a "Moneyball". El resto es la típica película de deportes. Los guionistas Aaron Sorkin y Steven Zaillian le dan cierto peso y magnetismo pero no consiguen inyectar la pasión que despierta el deporte en Estados Unidos, haciendo que el filme sufra de lo mismo de lo que sus protagonistas introdujeron en el deporte, una frialdad que no se rompe ni cuando el equipo empieza a ganar.
Sherlock Holmes: Juego de sombras
"Sherlock Holmes: Juego de sombras" es muy parecida a su predecesora, es altamente amena, dinámica y espectacular pero además Guy Ritchie ha afilado incluso un poco mejor su habilidad como director y proporciona secuencias llamativas y espléndidas. Aunque momentos parezca que abuse de ello, su uso de los cambios de ritmo de la cámara funciona magníficamente en varios puntos, como en una de las escenas cumbre con los personajes corriendo por el bosque. Ritchie vuelve a plasmar la trama con un buen pulso y sin levantar nunca el pie del acelerador, dando una agilidad pasmosa a un filme que podría haber sucumbido al peso de de su sobreproducción.
El filme se vuelve a beneficiar del carisma de Robert Downey Jr. y de su complicidad con Jude Law, quien interpreta al doctor Watson. Noomi Rapace, actriz que siempre será recordada por su papel en la triología original de Millennium, tiene un rol destacado pero que poco le exige, Jared Harris cumple de forma grata como Moriarty y Rachel McAdams vuelve en el mismo rol que en la primera entrega pero con mucho menos tiempo en pantalla.
Tanto en actores, director, estilo y forma de narrar, esta segunda aventura de este modernizado Sherlock Holmes es muy parecida a la primera entrega. Se pude decir que es más de los mismo pero por qué no repetir con una nueva historia una forma vistosa y altamente entretenida de llevar de nuevo a este detective a la gran pantalla.
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